Sr. de los Licántropos,
Demonios, ¿de qué se trata?
Todo es muy diferente, incuantificables horas desperdiciadas para ganar dinero, seguro me llamarías de aquella forma que me molesta "María wears prada".
Los amigos ya no son los mismos, a las historias les hace falta un ingrediente. Se te extraña siempre. El otro día hojeaba el periódico y me encontré un artículo de microficciones, inevitablemente pensé en tí, creo que eres uno de los grandes exponentes. Me ardí mucho de que no hicieras mi relato con el diablo, pocos tuvieron el privilegio, seguramente el mío quedó en el tintero.
Tantas cosas han pasado en este último año, me gustaría saber tu opinión de varias. Creo que lo más duro es ese silencio implacable... Imaginar qué palabras dirías, pero nunca las sabremos.
Varias veces he "sentido tu presencia" ya sé que dirías "pamplinas!" pero me gusta imaginarlo, en un tango, en un guiño en las películas, en la forma de hablar, en el chocar de los tarros, en el vino, en los calimochos, en los bailes poco coordinados, en los golpes, en el blablabear.
Tu ausencia me ha hecho pensar mucho, en muchas cosas. Curiosamente hoy de regreso de la ibero, en el radio hablaban de tanatología... imagínate qué oportunos... Daban 6 reglas para superar la muerte de alguien querido. No me acuerdo de todas, pero iban de alguna manera así:
1. Nombrarlo, el poder infinitamente real del lenguaje, ese instrumento que nos gustaba defender con ortografía y sintaxis. Ese que hace que todo se vuelva más real.
2. Dejarse sentir... sentir rabia, coraje, tristeza, sufrir... Eso sin duda que lo sentimos... la impotencia, la imposibilidad de disfrutar más cosas juntos.
3. Recordar, no sólo buenos momentos que vaya que hubo. También los malos para no hacer falsas idealizaciones. Y no... yo te tengo bien situadito en lo que significabas en mi mundo. No, no eras perfecto. Pero como ya te dije, eras el ingrediente justo. El señor que sabía cosas extrañas, que hablaba de libros, de películas, de música, que recordaba datos insólitos del futbol, que escribía, eras una combinación rara pero interesante. Y aunque no estés ese recuerdo sigue en el inconsciente.
Las otras reglas no las recuerdo bien, algo de entender la vida antes y después y de darle un giro a la ausencia.
Me duele saber que ya no se puede compartir, no de la misma manera. Me duele saber que ya no habrá nuevas aventuras, nuevas palabras. Pero sé que siempre siempre siempre estarás ahí de una u otra manera, en mi pensamiento, en mi corazón.
Varios hemos escrito mucho en tu último post, es un regresar a tí. Cada quien sabe si cree que sigues o no. Lo importante es que dejaste una huella muy visible en nuestras vidas y creo que por eso me siento mejor, porque al menos pude conocerte.
Te extraño, te extrañamos. Te quiero, te queremos.
Hoy hace un año, nos jugaste una broma pesada, sigo esperando el desenlace feliz...
Los amigos ya no son los mismos, a las historias les hace falta un ingrediente. Se te extraña siempre. El otro día hojeaba el periódico y me encontré un artículo de microficciones, inevitablemente pensé en tí, creo que eres uno de los grandes exponentes. Me ardí mucho de que no hicieras mi relato con el diablo, pocos tuvieron el privilegio, seguramente el mío quedó en el tintero.
Tantas cosas han pasado en este último año, me gustaría saber tu opinión de varias. Creo que lo más duro es ese silencio implacable... Imaginar qué palabras dirías, pero nunca las sabremos.
Varias veces he "sentido tu presencia" ya sé que dirías "pamplinas!" pero me gusta imaginarlo, en un tango, en un guiño en las películas, en la forma de hablar, en el chocar de los tarros, en el vino, en los calimochos, en los bailes poco coordinados, en los golpes, en el blablabear.
Tu ausencia me ha hecho pensar mucho, en muchas cosas. Curiosamente hoy de regreso de la ibero, en el radio hablaban de tanatología... imagínate qué oportunos... Daban 6 reglas para superar la muerte de alguien querido. No me acuerdo de todas, pero iban de alguna manera así:
1. Nombrarlo, el poder infinitamente real del lenguaje, ese instrumento que nos gustaba defender con ortografía y sintaxis. Ese que hace que todo se vuelva más real.
2. Dejarse sentir... sentir rabia, coraje, tristeza, sufrir... Eso sin duda que lo sentimos... la impotencia, la imposibilidad de disfrutar más cosas juntos.
3. Recordar, no sólo buenos momentos que vaya que hubo. También los malos para no hacer falsas idealizaciones. Y no... yo te tengo bien situadito en lo que significabas en mi mundo. No, no eras perfecto. Pero como ya te dije, eras el ingrediente justo. El señor que sabía cosas extrañas, que hablaba de libros, de películas, de música, que recordaba datos insólitos del futbol, que escribía, eras una combinación rara pero interesante. Y aunque no estés ese recuerdo sigue en el inconsciente.
Las otras reglas no las recuerdo bien, algo de entender la vida antes y después y de darle un giro a la ausencia.
Me duele saber que ya no se puede compartir, no de la misma manera. Me duele saber que ya no habrá nuevas aventuras, nuevas palabras. Pero sé que siempre siempre siempre estarás ahí de una u otra manera, en mi pensamiento, en mi corazón.
Varios hemos escrito mucho en tu último post, es un regresar a tí. Cada quien sabe si cree que sigues o no. Lo importante es que dejaste una huella muy visible en nuestras vidas y creo que por eso me siento mejor, porque al menos pude conocerte.
Te extraño, te extrañamos. Te quiero, te queremos.
Hoy hace un año, nos jugaste una broma pesada, sigo esperando el desenlace feliz...
5 comentarios:
hola, se que no me conoces, pero te quiero agradecer la foto.
esto ha sido tan dificil para todos, tambien para los que estuvimos lejos.
Hugo fue grande en mi vida, en la universidad nos separamos porque me fui a Guadalajara, pero siempre habia palabras por messenger, algunas llamadas, pero, como tu sabes, la presencia de Hugo aunque sutil se impregnaba, era una diaria presencia, como dices con cosas pequenas, que el hacia diferentes...
Tan cliche pero verdadero, la gente que vale la pena, es la que mas se va.
Un abrazo Maria.
j
yo yoy yoyo
Querida Maria. No sè ya cuantas veces he leido este post.Sin duda le conociste en las facetas que no le vimos como hijo y ya antes habias señalado las cosas que incluso nunca aprendiò a hacer, pero ante todo se integraron con èl y fueron un factor de la evoluciòn del niño inseguro e inmaduro a lo que fuè en su ùltima etapa, de la cual se rescata que fuè cabalmente feliz en su identificaciòn fraterna con los que fueron sus grandes amigos.
Gracias te doy porque haz estado con èl y con nosotros. Nos mostraste una condolencia compartida genuina y sincera. No hay con que pagarla.
Hugo padre.
María. El relato de tu encuentro con el diablo si existe, solo que no se quedó en el tintero sino en el borrador hecho es su amada libreta de notas en donde están incluidas unas fotos de los grandes amigos en San Cristobal.
Creo que no lo llegó a publicar porque no lo pulió y porque seguro le costaba darle el giro a tu favor como fué en los de los otros amigos en su diabólico encuentro.
Cabe decirque sin duda además de que te quería mucho, te reconocía como una gente de valores y de gran corazón, porque precisamente relata que te sacrificas por todos los que en ese momento eran los grandes amigos y ahí es donde supongo que ya no le dió el giro que le permitiría publicarlo con todo a tu favor.
Ya tendré la oportunidad de hacerte llegar el escrito de su puño y letra en sucio.
De nuevo muchas gracias por todo lo que representaste para él y muchas gracias por tu cariño siempre fraterno para mi hijo.
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