Mi infancia

Ah... me entró la melancolía.

Hoy por la tarde fui a comer a una plaza en Polanco que no conocía. Acompañaba a una amiga porque ahí está su gimnasio, mientras ella se ejercitaba yo decidí pasear por las tiendas.

Mirando sin mirar, de repente me topé con una pequeña librería. Me llamó la atención un libro para niños que estaba en la entrada: una ilustración colorida e infantil de un vampiro. Algunos sabrán que siempre me han gustado los vampiros, en mi etapa preparatoriana/universitaria era fan indiscutible de Buffy y ahora en mi etapa de "adulto contemporáneo", cual adolescente puberta, me volví "Twilighter".

El punto es que el libro hizo que entrara al establecimiento. La segunda cosa que llamó mi atención fue la colección en inglés de la saga de Twilight... ando en busca de la versión en inglés y con tapa dura. Lamentablemente aquí sólo tenían la de "tapa flexible". Seguí caminando y me topé con un estante lleno de libretas Moleskin, la última vez que compré una para un regalo me quedé con las ganas de tener una propia, así que escogí una y seguí caminando. Mi tercer parada (y que sería la definitiva) me llevó a la sección de libros infantiles. Últimamente cuando paseo por una librerí,a esta sección siempre me atrae. Los ilustradores de libros para niños son excepcionales.

Entre libro y libro, me maravillaba por el formato innovador de los libros para niños. Unos incluyen juegos de mesa con los que mientras juegas aprendes las partes del cuerpo. Otros eran libros divididos para que el pequeño asociara formas con objetos reales. Y finalmente, llegué al tesoro. En una esquina del estante, apiladitos, había una pequeña colección de libros con ilustraciones llamativas. Sin embargo, lo que me atrapó fue uno de los nombres de las portadas: Valentín Rincón. ¿Sería posible? seguramente no era una coincidencia.

En las mañanas de mi infancia mis sabios padres sintonizaban uno de los mejores programas para niños que ha existido (ya sé, probablemente exagero, pero ey... es mi historia). El punto es que cada mañana, religiosamente, yo despertaba para arreglarme para ir a la escuela y mis papás ponían en el radio de mi casa (con grandes bocinas) la emisión de 7 a 8.30 de "Grillos madrugadores", un programa de Radio Mexiquense (sí sí, recuerden que viví muchos años en Toluca). En el programa infantil, el locutor Juan Manuel Corona, amenizaba con canciones, anécdotas, adivinanzas, acertijos, cuentos y demás, a sus grillos (niños tempraneros que se alistan pa' la escuela). Los sábados había una sesión especial, de mayor duración, en la que los grillos podían ir al estudio y a veces había sesiones de música en vivo. Una de las canciones que más recuerdo del programa es la del niño robot, una canción de los Hermanos Rincón.

Así que al estar en aquella librería y leer "Valentín Rincón" en un libro infantil, sabía que tenía que ser uno de aquellos hermanos. Así fue... los temas de los libros eran los temas del programa de mi infancia: adivinanzas, acertijos, juegos, canciones. Todo convertido en una hermosa edición de NOSTRA con maravillosas ilustraciones de Alejandro Magallanes y contenido del hermano Rincón.

No lo pude evitar, dejé la libreta que llevaba y tomé los cuatro libros de la colección. Tengo que compartir estas maravillas con mi sobrino. Ya sé, apenas tiene 2 años, pero en cuanto pueda leer y entender lo que los libros tienen, quiero que esto sea parte de su vida, así como lo fue de su papá y sus tíos.

Buscando en la red vi que hay CDs con la música de los Hermanos Rincón, el próximo paso es darle soundtrack a estos hermosos libros.

Para despedirme (no sé cuándo vuelva) les dejo un video de una emisión de los grillos madrugadores. El programa cumplió 25 años de transmisión el año pasado (yo tengo 27... imagínense), Juan Manuel Corona sigue siendo el conductor y yo al ver este cachito de video, cual Proust, un torrente de imágenes vino a mí.