martes, julio 31, 2007

Disfunción del espacio público o de la filosofía barata (ya no tan barata)

Es bien chafa...

El problema del espacio público, es que los que estamos fuera de él, nos convertimos en seres psicológicamente trastornados... me explico:

Tú, en tu pequeño mundo, "convives" con figuras públicas, ves la tele, ves películas, te enteras de chismes, escuchas el radio, identificas "figuras" etc, etc...

La disfunción psicológica comienza, cuando se vuelven parte de tu vida cotidiana... el ejemplo aquí es claro, escuchabas radioactivo y ahora reactor, te cae bien el rulo, te cagas de la risa de su humor negro, te gusta la música que recomienda (no toda, pero la mayoría) y empiezas a pensar que compartes con él algunos gustos musicales, cinematográficos y demás.

La enfermedad se desarrolla porque se convierten en una categoría extraña de "amigos", por supuesto imaginarios, porque aunque tú crees que los conoces muy bien y demás, ellos por supuesto, en su vida han escuchado hablar de tí. Y así vas por la vida, con tus pseudo-amigos-imaginarios.

El problema, y bueno no es problema, pero a lo que quiero llegar es que... un día te encuentras caminando por la calle y te topas con uno de estos pseudo-amigos-imaginarios... y todo se vuelve complejo... tú lo ves, es rulo!, claro!, aquel que acaba de ser abandonado por una mala mujer, el que se ausentó de antisocial una semana, y lo ves y lo reconoces... pero él te ve y se pregunta por qué lo ves... y sabe que lo que ves porque sabes quién es... y tú sabes que él sabe y él sabe que tú sabes... pero no puedes saludarlo... porque lo "conoces" pero en realidad no... el instante se acaba y sigues de largo y él entra a su casa...

Lo peor es cuando esto se repite, el mundo es pequeño... te lo encuentras en la mezcalería, te lo encuentras en el covadonga, te lo encuentras en conciertos... pero obviamente, tú no tienes ningún derecho a llegar y saludar... digo... qué molesto debe ser sentirse observado...

En fin, esto sucede diario, con muchas personas. El chiste aquí es ver qué sucede la próxima vez.
Por cierto, gracias por contestar :)


3 comentarios:

Martín Corona Alarcón dijo...

Yo no vivo en el DF.
NO escucho al Rulo, pero en la esfera de los seres públicos la ciudad donde vivo es un laberinto de historias, por pequeña (rancho cuyos habitantes llaman ciudad para elevar su autoestima) todo el tiempo está frente a cuates que parece que conoces de toda la vida. Al tercer encontronazo (la misma tarde) comeinzan los saludos y a la semana ya se comparte la chela, el mezcal y a veces hasta más... La ciudad donde habito es un laberinto donde lo público es lo privado, todos nos conocemos como la palma de la mano (jajajaja nadie conoce su propia palma, es el secreto).
SALUD!
Ya anéxame a msn, no?

Xun dijo...

Ahora ya lo puedes saludar en el Covadonga, ojalá no se vea como grupi que le pide entradas para el concierto de bla.

MariK dijo...

jajajaja
sí... igual dejaremos crecer el misterio

:P