miércoles, julio 20, 2005

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Creo que mi cerebro se desconecta junto con las vacaciones...

Mi lenguaje está reducido, no puedo recordar estúpidas palabras para describir cómo me siento.

Pasar la mitad del día frente al ordenador sin mucho que hacer, deambulando a ver quién ha escrito algo, haciendo caminitos entre los diferentes "diarios", buscando apartamento (para los que no saben, este mes finaliza mi contrato y busco un nuevo hogar : P), en fin puras cosas "productivas".

Como me dijeran ayer: "qué más planeas para tus vacaciones, además de computarizarte, sobredosis de ordenador", así que hoy saldré, probablemente a un lugar que reanime un poco mis neuronas y se convierta en fuente de inspiración.

Una reflexión final: ayer todo el día intenté escribir algo para que esto se viera un poco vivo, los sesos secos no me dieron pa' naa, tan sólo recordé, tras un encuentro con el pasado, que de nuevo, queremos a las personas de antaño, no por lo que son ahora, porque definitivamente están en otra frecuencia muy distinta, de otro cuadrante, estimo lo que fueron cuando fueron y sólo pocos se salvan de este paso del tiempo, a veces las personas son como olas, van y vienen de nuestra vida, se acercan por un rato y luego vuelven a irse. Quizás ahí esté el enigma de la amistad, que no es una línea continua, sino que tiene ondulaciones. Hoy los quiero, mañana quién sabe.

3 comentarios:

theMKöpkeBlog dijo...

ay María, María!!! la edad ya te está pegando

azm dijo...

ahhhhh marikita es cierto, encabrona saber que es cierto... yo creo que no son como las olas, yo creo que son como las pulseras...(no estoy loco ni en drogas) lo pensé el otro día en el pecero ya te contare por qué

Xun dijo...

sicierto.... olas y olas.. lo bueno es que nunca paran de ocurrir